Ya hemos hablado en varias ocasiones de los beneficios de caminar. Caminar no solo mejora la condición física, sino que también contribuye de forma significativa al bienestar mental. Ahora, un nuevo estudio pone de manifiesto algo aún más interesante: las caminatas rápidas no solo son saludables, sino que también aceleran la agilidad mental en las mujeres. Este hallazgo abre la puerta a reflexionar sobre cómo diferentes tipos de ejercicio impactan en nuestro cerebro y por qué existen diferencias según el género.
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Beneficios de una caminata rápida en mujeres
Una caminata rápida o montar en bicicleta acelera la agilidad mental entre las mujeres, pero no entre los hombres, según una investigación. Los investigadores de la Academia Estadounidense de Neurología señalan, sin embargo, que las actividades mentales como las pruebas y los crucigramas aumentan el poder cerebral en ambos sexos.
El estudio es el primero en identificar una brecha de género entre los beneficios de la actividad física y mental sobre el pensamiento.
«Descubrimos que una mayor actividad física se asoció con una mayor reserva de velocidad de pensamiento en las mujeres, pero no en los hombres»; explican los investigadores. «Participar en más actividades mentales se asoció con una mayor reserva de velocidad de pensamiento tanto para hombres como para mujeres».
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El ejercicio es fantástico para la salud mental y cerebral en ambos sexos
Estudios anteriores han sugerido que el ejercicio, tanto físico como mental, ayuda a preservar las neuronas y retrasa la aparición de la demencia. Los investigadores descubrieron que la salud cerebral de los hombres funcionaba mejor cuando se enfocaba en los desafíos mentales, mientras que cualquiera de las actividades producía buenos resultados para las mujeres.
Cada actividad mental adicional en la que participaron las personas correspondió a un promedio de 13 años menos de envejecimiento en la velocidad de procesamiento de sus habilidades de pensamiento: 17 años para los hombres y 10 años para las mujeres.
Los investigadores explican que dado que discutiblemente tenemos pocos o ningún tratamiento efectivo para la enfermedad de Alzheimer, la prevención es crucial. Una onza de prevención vale una libra de tratamiento». Saber que las personas podrían mejorar potencialmente su reserva cognitiva tomando medidas simples como ir a clases en el centro comunitario, jugar al bingo con sus amigos o pasar más tiempo caminando o haciendo jardinería es muy emocionante»; explican.
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Duplicar la actividad física podría rejuvenecer tres años el cerebro
Los autores del estudio observaron los efectos de las actividades físicas y mentales, como leer, ir a clases y jugar a las cartas o juegos sobre la reserva cognitiva en las áreas de velocidad de pensamiento y memoria. La reserva cognitiva es el amortiguador que ocurre cuando las personas tienen fuertes habilidades de pensamiento, incluso cuando sus cerebros muestran signos de los cambios subyacentes asociados con la demencia.
Una mayor actividad física no parece tener relación con la reserva de memoria en hombres o mujeres. El estudio involucró a 758 personas con una edad promedio de 76 años. Algunas no tenían problemas de pensamiento o memoria, mientras que otras tenían deterioro cognitivo leve o síntomas de demencia. Los participantes se sometieron a escáneres cerebrales y completaron pruebas de memoria y velocidad de pensamiento durante el experimento.
Para calcular la reserva cognitiva, los investigadores compararon las puntuaciones de las pruebas de pensamiento con los cambios en el cerebro relacionados con la demencia, como el volumen total del cerebro en el hipocampo, una región clave del cerebro que se deteriora en los pacientes con Alzheimer.
Los participantes también respondieron preguntas sobre su actividad física semanal habitual y si participaron en tres tipos de actividades durante los últimos 13 meses. Estos incluyen leer revistas, periódicos o libros; ir a clases; y jugar a las cartas, bingo u otros juegos.
Cada persona recibió un punto por cada tipo de actividad, hasta un máximo de tres puntos. Para la actividad mental, los participantes promediaron 1,4 puntos. Para la actividad física, los participantes participaron en actividades que elevan la frecuencia cardíaca (como caminar a paso ligero y andar en bicicleta) durante un promedio de 15 minutos por semana. El estudio encuentra que duplicar esa cantidad equivaldría a 2,75 años menos de envejecimiento en lo que respecta a la velocidad de procesamiento de las habilidades de pensamiento de las mujeres.
Los investigadores también analizaron si la relación entre las actividades físicas y mentales y la reserva cognitiva se veía afectada por el gen que conlleva el mayor riesgo de Alzheimer, APOE e4. Encontraron que, para las mujeres, tener el gen disminuye los beneficios provenientes de las actividades físicas y mentales.
El estudio se publicó en julio de 2022 en la revista Neurology.
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Eva María Rodríguez
Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.
