La trombosis venosa profunda (TVP) es una afección médica que aunque, al principio, pueda pasar desapercibida, es posible que se convierta en un problema grave. En la actualidad, esta enfermedad afecta a un gran número de personas y puede tener consecuencias significativas si no se trata de manera adecuada.
Esta afección del sistema circulatorio puede llegar a causar daños permanentes en la pierna o, incluso, la muerte. Aunque en España no hay datos actualizados, los recogidos en Estados Unidos sobre esta enfermedad pueden servirnos como referencia. Cada año, 600.000 personas con esta enfermedad son ingresadas hospitalariamente y uno de cada 100 pacientes de TVP fallece por esta causa.
Por lo tanto, se trata de una enfermedad sobre la que es fundamental estar informado para poder detectarla y tratarla correctamente. Para ello, a continuación, exploramos todo sobre la trombosis venosa: sus causas, sus síntomas, su diagnóstico y las opciones de tratamiento disponibles.
¿Qué es la trombosis venosa profunda?
La trombosis venosa profunda, también conocida como TVP, es una afección médica que se caracteriza por la formación de coágulos sanguíneos en las venas más profundas del cuerpo. Generalmente, estos coágulos se desarrollan en las piernas pero también pueden aparecer en otras zonas como el cuello, las axilas, los brazos, el abdomen o la pelvis.
Los trombos producidos por la TVP pueden ser muy peligrosos ya que, si se desprenden y viajan a través del torrente sanguíneo, pueden llegar a los pulmones y causar una embolia pulmonar. Esta es una situación potencialmente mortal.
Causas de la trombosis venosa profunda
La TVP puede ser causada por una amplia variedad de factores y condiciones que aumentan el riesgo de coagulación de la sangre. Algunas de las más comunes son:
- Inmovilidad: el sedentarismo y permanecer inmóvil durante largos períodos puede aumentar el riesgo de sufrir TVP. Estas situaciones pueden darse tras pasar por una intervención quirúrgica, en ciertas jornadas de trabajo o durante vuelos largos, por ejemplo.
- Lesiones en las venas: las fracturas o cirugías y otras lesiones en las venas pueden dañar la pared de las venas y, por lo tanto, desencadenar la formación de coágulos.
- Cirugía reciente: las cirugías mayores, especialmente las que tienen que ver con las piernas o las pelvis pueden aumentar el riesgo de desarrollar trombosis venosa profunda.
- Embarazo: durante el embarazo, los cambios hormonales y la presión sobre las venas de la pelvis pueden ser un factor de riesgo de trombosis venosa en esta zona.
- Uso de anticonceptivos orales: algunos anticonceptivos orales pueden aumentar el riesgo de coagulación sanguínea y, por tanto, la probabilidad de sufrir TVP.
- Tabaquismo y obesidad: estos factores de estilo de vida también aumentan el riesgo de sufrir esta enfermedad, por lo que es fundamental evitarlos.
- Enfermedades crónicas: algunas enfermedades y condiciones como el cáncer o las enfermedades autoinmunes también suponen un aumento del riesgo de trombosis venosa profunda.
- Factores genéticos: algunas personas también pueden tener una predisposición genética a la coagulación anormal de la sangre. Esto aumenta el riesgo de sufrir TVP, especialmente si también se dan las situaciones comentadas anteriormente.
Síntomas de la trombosis venosa profunda
La TVP, a menudo, puede ser asintomática en sus primeras etapas. Esto la convierte en una afección peligrosa, ya que puede pasar desapercibida para muchos pacientes. Sin embargo, a medida que se desarrolla, aparecen ciertos síntomas que es fundamental conocer para poder detectar la enfermedad y actuar a tiempo. Algunos de los más recurrentes son:
- Hinchazón: generalmente se da en una pierna y suele ser dolorosa y sentirse más caliente al tacto de lo normal.
- Dolor: se produce un dolor profundo en la extremidad o zona afectada. A menudo, este dolor se describe como una sensación de opresión o calambre.
- Enrojecimiento de la piel: la piel sobre la vena afectada puede volverse roja o descolorida.
- Hipersensibilidad: en estos casos, la zona afectada se vuelve más sensible al tacto.
- Calor: la extremidad afectada puede sentirse más caliente que la otra.
- Fatiga: algunas personas pueden sentirse más fatigadas de lo normal.
- Dificultad para respirar: cuando un coágulo se desprende y llega a los pulmones, puede causar síntomas de embolia pulmonar, como dificultad para respirar, dolor en el pecho y sudoración.
En caso de experimentar cualquiera de estos síntomas, especialmente si se producen en una pierna, es importante buscar atención médica de inmediato. El diagnóstico y tratamiento temprano de esta enfermedad es crucial para prevenir complicaciones graves.
Tratamiento de la trombosis venosa profunda
El tratamiento de la TVP tiene como objetivo prevenir la propagación de los coágulos, reducir el riesgo de complicaciones y aliviar los síntomas. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
- Anticoagulantes: estos medicamentos como, por ejemplo, la heparina, se utilizan para adelgazar la sangre y prevenir la formación de nuevos coágulos.
- Medias de compresión: ayudan a reducir la hinchazón y mejorar la circulación sanguínea en las piernas.
- Elevación de pierna: elevar la pierna afectada puede ayudar a reducir la hinchazón.
- Trombolisis: en casos graves de TVP, se puede utilizar la trombolisis en la zona afectada para disolver coágulos.
Filtro de vena cava inferior: cuando no se pueden usar anticoagulantes o cuando estos no son efectivos, se puede insertar un filtro en la vena cava inferior para atrapar coágulos antes de que lleguen a los pulmones.
Agencias
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