No te preocupes si tu situación financiera deja que desear: a tantos millones de españoles les pasa exactamente lo mismo. Pero ello no tiene por qué impedir que contrates los servicios que estimas oportunos. Si por un motivo u otro quieres contratar un seguro, por ejemplo de vida, pero no cuentas con la liquidez necesaria, puede ser recomendable pedir un crédito. ¿Te surgen dudas al hacerlo? A continuación te las resolveremos.
¿Es proporcionado con rapidez?
Ponte en situación: sufres un episodio de salud de cierta preocupación y ello te lleva a querer asegurarte a modo de sistema de protección para tu familia. Ante este tipo de casos es habitual desear que el contrato se firme cuanto antes. Afortunadamente los préstamos rápidos permiten hacerlo.
Y es que la inyección de liquidez que pidas para la contratación del correspondiente seguro suele ser llevada a cabo de manera casi inmediata. En líneas generales acostumbran a bastar quince minutos para que se apruebe el préstamo, recibiendo en muy poco tiempo la transferencia bancaria.
¿El crédito solo puede utilizarse para pagar el seguro?
Nuevamente con un ejemplo entenderás a la perfección la respuesta a esta duda tan común. Supón que el seguro de vida que tienes entre ceja y ceja cuesta aproximadamente cien euros al año. Actualmente no dispones de ellos, por lo que optas por solicitar un crédito.
Los préstamos personales de trescientos euros están a la orden del día, sobre todo por las buenas condiciones que tienen muchos de ellos, por ejemplo a nivel de intereses. Tras abonar la cuota anual del seguro te sobrarían doscientos euros, ¿verdad?
En tal caso podrías utilizarlos para otros menesteres. Y es que las entidades crediticias no preguntan al usuario a qué destinará la inyección monetaria. Lo único que quieren es que, al cumplirse el período de devolución, la cantidad les sea retornada.
¿Cuánto tiempo tendrás para devolverlo?
Enhorabuena, ya tienes tu seguro de vida y la tranquilidad nuevamente se apoderará de ti, sabiendo que en caso de infortunio los familiares a los que tanto quieres tendrían una mayor estabilidad económica. Aunque ahora es momento de ir ahorrando para acumular la cifra que te había sido prestada.
¿De cuántas semanas dispones para ello? Lo cierto es que depende de cada prestamista. Algunos de ellos fijan la cifra en un mes, aunque otros son más permisivos. De hecho, la flexibilidad forma parte de algunos contratos en el sentido de que, si al llegar a la fecha acordada todavía no dispones del dinero, puede ampliarse.
Agencias
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