Las comilonas navideñas pueden ser realmente tentadoras, y llegar a ser terroríficas si te pasas. Y lo sabes. Por eso, seguro que cada año te repites lo mismo: «este año no me paso con las comidas de Navidad». Sin embargo, siempre terminas disfrutando de las carnes, los dulces, los vinos, el cava… Pero empacharse durante las fiestas no es buena idea. Para demostrártelo, te explicamos qué le pasa a tu cuerpo con los excesos de comida y bebida.
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Empacharse durante las fiestas: una mala idea
Durante el periodo de fiestas, muchas personas tienden a comer en exceso debido a comidas familiares y cenas de empresa y amigos. Este comportamiento puede dar como resultado un aumento de peso y una sobrecarga del sistema digestivo, alterando patrones de sueño y causando acidez estomacal. Más allá de los kilos de más, un metabolismo afectado por excesos regulares puede llevar a enfermedades crónicas como la diabetes o problemas cardiovasculares, subrayando la importancia de un control alimentario adecuado.
En la temporada de celebraciones, es común reunirse con amigos y familiares, disfrutar de aperitivos, cenas acompañadas de vino, y comidas de varios platos que incluyen los turrones tradicionales. Según las estadísticas, la media de aumento de peso durante las navidades es de uno o dos kilos. Sin embargo, el daño más preocupante es el impacto en el metabolismo que causan estos excesos.
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Empacharse durante las fiestas: ¿qué le sucede a tu cuerpo?
Uno de los principales roles del estómago es segregar ácido clorhídrico para iniciar la digestión y eliminar bacterias. Consumir grandes cantidades de comida aumenta la producción de ácido, que puede subir por el esófago y provocar acidez.
Comer en exceso ralentiza el proceso digestivo, y los alimentos necesitan más tiempo para ser procesados. Esto genera la incómoda sensación de hinchazón después de una gran comida.
A medida que tu cuerpo trabaja para digerir la cantidad consumida, destina más sangre al tracto gastrointestinal, dejando menos recursos para el resto del cuerpo, lo que te deja perezoso y aturdido.
El nivel de azúcar en sangre aumenta, especialmente si consumes muchos carbohidratos o azúcar, lo que desencadena la liberación de insulina y un pico de energía. Si el cuerpo no necesita toda esta energía, comienza a almacenar más grasa. Añadir alcohol a este exceso de calorías empeora la situación.
Al día siguiente, puedes despertar con hambre intensa porque el páncreas ha estado trabajando horas extras. También pueden presentarse síntomas como dolor de cabeza, dificultad para concentrarte, confusión mental o fatiga.
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¿Qué puedes hacer para evitar el consabido empacho y sus efectos?
La estrategia más efectiva es moderarse. Aunque no es sencillo, otra opción es comer conscientemente para disfrutar de cada alimento. Toma porciones pequeñas, disfruta y date tiempo para notar cuando estás lleno. Es importante ser consciente de lo que colocas en tu plato y considerar las calorías del alcohol en tu ingesta total. Siéntate a comer, en lugar de picar mientras preparas la comida.
Si ya has comido en exceso, el ejercicio físico puede ser una buena estrategia. Intenta mantener tu rutina normal de ejercicio tanto como sea posible.
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Hablemos de resaca
Durante estas fiestas no fácil solo pasarse con la comida, sino también con el alcohol. Y cuando te pasas con el vino y/o con las copas, llega la indeseable pero inevitable resaca.
¿Sabes qué le ocurre realmente a tu cuerpo cuando tienes resaca?
Cuando consumes alcohol, tu cuerpo tiene que trabajar duro para descomponerlo y deshacerse de él. Este proceso produce como resultado subproductos tóxicos, y esto es lo que causa los síntomas de la resaca. A medida que desciende tu nivel de alcohol en sangre, los subproductos tóxicos se acumulan en tu organismo y te hacen sentir fatal.
Los síntomas habituales de la resaca son dolor de cabeza, náuseas, vómitos, fatiga, mareo, sensibilidad a la luz y al sonido, dolor de estómago, pérdida de apetito y deshidratación. Estos síntomas pueden ser especialmente desagradables cuando estás intentando disfrutar de las fiestas con tu familia y amigos.
La mejor forma de evitar la resaca durante las fiestas es beber de forma responsable. Esto significa evitar las borracheras y beber con moderación. También es importante mantenerse hidratado durante la noche bebiendo mucha agua y evitando las bebidas azucaradas, que pueden empeorar la resaca.
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Qué hacer si tienes resaca
Si te encuentras con resaca, hay algunas cosas que puedes hacer para aliviar los síntomas.
- Beber mucha agua puede ayudarte a rehidratar el cuerpo y a eliminar toxinas.
- Tomar analgésicos sin receta, como ibuprofeno o paracetamol, puede ayudarte con el dolor de cabeza y muscular.
- Comer una comida sana con muchas proteínas y carbohidratos complejos también puede ayudarte a sentirte mejor más rápidamente.
Por muy cuidadoso que seas, a veces la resaca es inevitable. Si te encuentras con resaca durante las fiestas, sigue los consejos anteriores para aliviar los síntomas y volver a celebrarlo.
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Eva María Rodríguez
Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.
