Fumar provoca muchos problemas graves de salud, mucho de ellos potencialmente mortales. Por eso muchas personas se preguntan: ¿pueden los fumadores contratar un seguro de vida? Aclaramos esto en este artículo.
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Contratar un seguro de vida si eres fumador
Fumar no tiene por qué ser un impedimento para contratar un seguro de vida. Eso sí, si fumas el seguro de vida te saldrá más caro. Fumar aumenta el riesgo de muerte prematura. Por lo tanto, a mayor riesgo, pólizas más altas.
Las aseguradoras consideran que las personas que fuman son más propensas a sufrir determinadas enfermedades, como cáncer, hipertensión, enfermedades del corazón y dificultades respiratorias.
Por lo tanto, fumar hace que la prima del seguro de vida sea más elevada. No obstante, las compañías establecen diferentes parámetros en función del consumo de nicotina del asegurado. Además, hay que tener en cuenta que haber dejado de fumar no implica que la prima sea más barata. De hecho, hay aseguradoras que consideran que una persona es usuario de nicotina incluso si han pasado cinco años desde que lo dejó.
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Mentir a la aseguradora sobre el consumo de nicotina no es buena idea
No es buena idea mentir sobre los hábitos relacionados con el tabaco cuando se va a contratar un seguro de vida. Esto se debe a que la nicotina es fácil de detectar en los exámenes médicos.
De hecho, si mientes a la aseguradora sobre el consumo de tabaco, esta puede denegar la reclamación por fallecimiento de los beneficiarios si la compañía comprueba si el asegurado era o no fumador. Es por eso que es más que recomendable pagar un poco más. La compañía es la que determina cuándo de más se paga en la póliza, en función de cuánto fuma el asegurado.
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Fumar acorta la vida y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades graves
El aumento de riesgo provocado por el hábito de fumar es lo que provoca el importante aumento de la prima en los seguros de vida.
Según datos ofrecidos por la Asociación Americana contra el Cáncer, los fumadores de cigarrillos mueren más jóvenes que los no fumadores. Según los datos ofrecidos por este organismo, fumar acorta la vida una media de 12 años en hombres y 11 en mujeres.
También es de sobra conocido que fumar aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón, de boca, de laringe, de faringe, de estómago o de esófago. Pero también aumenta el riesgo de sufrir otros tipos de cáncer, incluidos cáncer de riñón, cáncer de hígado, cáncer de útero, cáncer de vejiga, cáncer de páncreas, cáncer de colón y leucemia mieloide.
Además, fumar también puede ocasionar daño a casi todos los órganos en el cuerpo. Esto incluye los pulmones, el corazón, los vasos sanguíneos, los órganos genitales, la boca, la piel, los ojos y los huesos.
Por otra parte, los fumadores tienen más riesgo de sufrir enfermedades graves de los pulmones, como EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), bronquitis crónica o efisema.
Cabe destacar que los fumadores también tienen mucho mayor riesgo de sufrir enfermedades de las encías y pérdida de dientes, de tener diabetes tipo 2 y de sufrir cataratas; entre otras muchos otros problemas de salud.
Por último, cabe destacar que el tabaquismo aumenta probabilidades de empeorar la gravedad de la COVID-19, así como el riesgo de morir a causa de la infección, tal y como informan varios estudios realizados recientemente.
Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de California ha identificado cómo fumar cigarrillos causa una infección más grave por SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, en las vías respiratorias de los pulmones.
Otro estudio del King’s College London también encontró que fumar está asociado con un mayor riesgo de síntomas de COVID-19 y los fumadores tienen más probabilidades de asistir al hospital que los no fumadores.
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Dejar de fumar mejora tu vida y la de los que te rodean
Dejar de fumar no abaratará la póliza de tu seguro de vida de un día para otro, pero sí mejorará muchísimo tanto tu calidad de vida como la de los que tienes a tu alrededor.
Algo que te ayudará a dejar de fumar y a superar el síndrome de abstinencia es hacer ejercicio. Diversas investigaciones lo confirman. El ejercicio ayuda a lidiar con la adicción a la nicotina, tanto en los aspectos físicos como en los psicológicos. También ayuda a limitar el aumento de peso, algo muy habitual cuando se deja de fumar.
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Eva María Rodríguez
Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.
