Desmontemos viejos mitos. ¿Sabías que el lactato, lejos de ser un subproducto tóxico de la actividad física intensa, es en realidad una fuente vital de energía para nuestro cuerpo, incluso después de comer? Durante años, el mito de que el lactato solo aparece como señal de fatiga muscular y falta de oxígeno ha prevalecido en el mundo del deporte y la medicina. Sin embargo, investigaciones de la Universidad de California, Berkeley, están redefiniendo completamente este concepto, mostrando que el lactato no solo es seguro, sino esencial para nuestro metabolismo, especialmente después de consumir carbohidratos.
Este hallazgo nos invita a reconsiderar lo que creíamos saber sobre cómo nuestros cuerpos procesan la energía de los alimentos que ingerimos. En lugar de ser el villano en la historia de nuestro bienestar físico, el lactato podrías ser más bien un héroe silencioso, esencial para mantener nuestros niveles de energía y regular el azúcar en la sangre de manera eficiente.
A menudo, al pensar en la actividad física, nos imaginamos que el cuerpo solo utiliza el oxígeno para obtener energía. Sin embargo, este estudio sugiere que después de comer carbohidratos, el lactato también se convierte en una fuente de energía tan importante como la glucosa. Este hallazgo es relevante no solo para los atletas, sino para cualquiera interesado en cómo nuestro cuerpo procesa los alimentos que consumimos.
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El lactato: vital más allá del ejercicio
A menudo asociamos el lactato únicamente con el ejercicio, especialmente con esos momentos de alta intensidad que nos dejan sin aliento. Pero el estudio de la Universidad de California, expande esta visión, mostrando que el lactato también tiene un papel esencial durante períodos de descanso y después de las comidas.
Veamos cómo funciona esto en situaciones cotidianas.
Imagina que acabas de disfrutar de una comida rica en carbohidratos, como un plato de pasta. En lugar de convertirse directamente en glucosa, una parte significativa de estos carbohidratos se transforma en lactato dentro de los intestinos, incluso antes de que la glucosa llegue al torrente sanguíneo. Este proceso ayuda a moderar la aparición de glucosa en la sangre, actuando el lactato como un regulador que evita picos bruscos de azúcar en sangre, lo cual es especialmente importante para personas con sensibilidad a la glucosa o diabetes.
Pero, ¿cómo se convierte el lactato en un aliado después de comer?
- Regulación de la energía. Al consumir carbohidratos, y antes de que estos se transformen en glucosa, una parte se convierte en lactato. Esto sucede tan rápidamente que el lactato comienza a aparecer en la sangre casi inmediatamente después de la ingesta, facilitando una distribución más eficiente de la energía.
- Interacción con la insulina. El lactato no solo regula la cantidad de glucosa que entra en la sangre, sino que también trabaja en conjunto con la insulina para mejorar la forma en que nuestro cuerpo utiliza esta glucosa, optimizando el metabolismo energético y reduciendo la dependencia exclusiva de la glucosa como fuente de energía.
- Beneficio continuo. Aunque tradicionalmente se ha visto como un indicativo de ejercicio intenso, el lactato también desempeña un papel fundamental en momentos de baja actividad, ayudando a mantener un equilibrio energético adecuado y apoyando el funcionamiento general del cuerpo.
Este cambio de perspectiva sobre el lactato nos permite entender mejor su función como un componente esencial en nuestra respuesta metabólica a los carbohidratos, y no solo como un subproducto del ejercicio que necesita ser eliminado. La investigación muestra que, lejos de ser un problema, el lactato es un recurso valioso que nuestro cuerpo utiliza de manera inteligente para optimizar nuestro metabolismo.
Este entendimiento podría llevar a nuevas recomendaciones en dietas y regímenes de ejercicio, donde el lactato no es el enemigo, sino un aliado en nuestra salud metabólica.
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Implicaciones para el rendimiento y la salud
La comprensión renovada del lactato como una fuente de energía eficiente tiene implicaciones significativas no solo para atletas, sino también para la población general. Analicemos cómo esta perspectiva podría afectar nuestras prácticas de salud y ejercicio.
Un cambio en el entrenamiento y la recuperación atlética
Para los atletas, especialmente aquellos en disciplinas de alta intensidad, el entendimiento tradicional ha sugerido que deben minimizar la producción de lactato para evitar fatiga. Sin embargo, con las nuevas evidencias de que el lactato es una fuente de energía primordial, la estrategia podría cambiar. En lugar de evitar su producción, los entrenamientos podrían diseñarse para maximizar la utilización del lactato, aprovechando su capacidad para sustentar esfuerzos prolongados y mejorar la recuperación post-ejercicio.
Un ejemplo claro es el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT), donde se generan picos de lactato. Si consideramos al lactato beneficioso, estos entrenamientos no solo son menos temidos, sino que podrían ser más enfocados en cómo utilizar eficientemente este compuesto durante y después de la actividad.
Lactato y salud metabólica
Fuera del ámbito deportivo, el papel del lactato podría ser igualmente transformador para personas con condiciones metabólicas como la diabetes tipo 2. Al entender que el lactato puede ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre, podría reevaluarse su papel en dietas y tratamientos. Esta perspectiva ofrece una vía alternativa para gestionar la respuesta glucémica, no solo a través de la limitación de la ingesta de carbohidratos, sino también a través del manejo de cómo estos carbohidratos se procesan en el cuerpo.
Un enfoque preventivo en la medicina
Considerando que altos niveles de lactato en el cuerpo no son necesariamente indicativos de problemas de salud, sino parte de un proceso metabólico normal, los médicos podrían empezar a reevaluar cómo interpretan estos niveles en diferentes contextos clínicos. Esto podría llevar a una menor estigmatización del lactato en los diagnósticos médicos y, posiblemente, a enfoques más matizados en el tratamiento de enfermedades crónicas.
Este cambio de comprensión abre la puerta a nuevas investigaciones y aplicaciones prácticas que podrían mejorar significativamente nuestro bienestar general y nuestra eficiencia física. El estudio del lactato, lejos de ser solo una curiosidad científica, se postula como una clave fundamental para optimizar nuestra salud y nuestro rendimiento deportivo.
Este estudio se publicó el 22 de febrero de 2024 en la revista Nature Metabolism.
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