Un incendio puede surgir desde cualquier parte, ya sea al cocinar o por fallos en el sistema eléctrico, entre otros. Por eso, siempre hay que estar prevenido y prepararse para cualquier eventualidad con la instalación de sistemas de protección, entre los que destacan los detectores de incendios, que alertan sobre su presencia y pueden, incluso, llegar a salvar vidas cuando se presentan.
En el hogar siempre existe la posibilidad de que ocurran incendios, y más si no se toman las precauciones necesarias. La mayoría de estos ocurren en el día, se generan en la cocina y afortunadamente no generan víctimas fatales.
Los incendios más peligrosos son los que ocurren en horario nocturno, ya que los habitantes de la vivienda no se dan cuenta del peligro hasta que ya es demasiado tarde.
Este tipo de accidentes se pueden evitar si se instalan detectores de incendios en el hogar. Estos aparatos son dispositivos que se colocan en el techo de la vivienda y hacen sonar una alarma si detectan que hay un incendio en el lugar.
Gracias a esta alarma es posible reaccionar rápidamente, lo que a su vez permite salvar vidas y evitar que las personas puedan resultar quemadas o heridas. Una de las mayores ventajas que poseen los detectores de incendios es la facilidad para instalarlos, pues los más comunes solo necesitan ser atornillados al techo.
Así es posible disfrutar de la seguridad que ofrecen estos dispositivos sin necesidad de contratar a expertos que los tengan que colocar. Además, la mayoría posee una batería de 10 años de duración, así que no tendrás que preocuparte por cambiarla en mucho tiempo.
Tipos de detectores de incendios
Existen distintos tipos de detectores de incendios y cada uno funciona de forma diferente, aunque al final todos sirven para que los habitantes de una vivienda puedan actuar rápidamente en caso de que haya llamas.
Aunque los dos tipos principales son los detectores de humo y los de calor, existen muchos otros. Si deseas conocerlos todos, el periódico digital Ovacen describe los detectores y alarmas que hay, así como sus funciones y recomendaciones de uso, de forma que puedas escoger el que mejor se adapte a tu hogar.
Los detectores de humo, como su nombre indica, son aquellos que activan la alarma de incendios cuando detectan humo en el lugar en el que están instalados.
Estos detectores pueden ser iónicos y ópticos. Los detectores de humo iónicos identifican los gases que genera un incendio, identificando humo visible y no visible. Por otro lado, los detectores ópticos solo detectan el humo visible.
Los detectores de calor también tienen dos tipos diferentes, termostáticos y termovelocimétricos. Los termostáticos activan la alarma cuando la temperatura del lugar supera un determinado valor, mientras que los termovelocimétricos se activan si la velocidad a la que sube la temperatura es demasiado alta.
Qué hacer en caso de incendio
Aunque los detectores de incendios son geniales para identificar el fuego y alertar a las personas, son pocos los que incluyen sistemas para apagar las llamas, además de que estos generalmente necesitan una instalación más compleja. Por eso, además de instalar los detectores, hay que tener un plan de acción para evitar el fuego mientras llegan los bomberos.
En un incendio la prioridad es evacuar el lugar, por lo que es importante conocer las rutas de salida más cercanas y si es posible llegar a ellas sin acercarse al incendio.
La mayoría de las muertes en incendios no ocurren por el fuego en sí, sino por la inhalación de humo, así que es fundamental evitar respirarlo, siempre que sea posible.
Para evitar que el fuego se extienda, es necesario cortar el suministro de electricidad y gas de la vivienda, ya que estos elementos pueden empeorar mucho la situación. Sin embargo, lo principal es la prevención, siempre hay que tener cuidado para no solo evitar incendios, sino cualquier accidente en general.
Aunque se tomen medidas preventivas extremas, el riesgo de incendio siempre existe, y en esos casos, es fundamental reaccionar rápidamente, por lo que un detector de incendios puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Agencias
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