A medida que nos hacemos mayores se vuelve aún más importante mantenernos físicamente activos; no solo para mantenerse en forma, sino también para mejorar el rendimiento cognitivo. Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego ha arrojado luz sobre este tema. En este artículo te contamos cómo hacer ejercicio a diario aumenta la función cerebral en adultos mayores de mediana edad.
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Hacer ejercicio a diario para mejorar la función cerebral
De todos los cambios de estilo de vida que se han estudiado, hacer ejercicio físico con regularidad parece ser una de las mejores cosas que puede hacer para reducir el riesgo de desarrollar demencia. De hecho, son muchos los estudios que se han realizado en esta línea, y probablemente se seguirán haciendo más, dados los datos prometedores que se están obteniendo.
Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego se suma al canon de investigación que asocia la actividad física con el rendimiento cognitivo, esta vez con 90 sujetos de mediana edad y mayores que usaron acelerómetros mientras estaban físicamente activos y completaron pruebas cognitivas móviles desde casa. El estudio se ha publicado a finales de enero de 2022 en la revista JMIR mHealth and uHealth. Según sus hallazgos de esta investigación, el ejercicio físico diario se asoció con un impulso en la función cerebral en personas de mediana edad.
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La actividad física diaria puede tener un impacto directo en la función cognitiva
Un total de 90 adultos de mediana edad participaron en el estudio de dos semanas. El grupo utilizó acelerómetros para rastrear su actividad física durante el transcurso del estudio, y también completaron pruebas cognitivas momentáneas ecológicas (EMCT, por sus siglas en inglés) dos veces al día en una aplicación de teléfono inteligente para evaluar su función cerebral.
Los investigadores descubrieron que había un vínculo claro entre la actividad física y la función cerebral mejorada. Los participantes se desempeñaron mucho mejor en las evaluaciones cognitivas en los días que hicieron ejercicio en comparación con los días en que no hicieron ejercicio. Estos resultados se mantuvieron para los participantes independientemente de otras complicaciones de salud, edad o etnia.
En el futuro, los investigadores planean ver cómo estos hallazgos se mantienen a largo plazo.
«Aún no sabemos si hay un efecto acumulativo a largo plazo en estas pequeñas fluctuaciones diarias en la cognición»; explican los investigadores. «Eso es algo que planeamos estudiar a continuación, para ver si realizar actividad física a diferentes intensidades a lo largo del tiempo, en entornos sin supervisión, puede producir mejoras a largo plazo en la salud del cerebro y un cambio de comportamiento sostenido».
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Mantenerse activo tiene beneficios para el cerebro
La correlación entre la actividad física y la cognición se mantuvo cuando se realizaron ajustes para diversas comorbilidades, así como la edad, el sexo, la educación y la raza/etnicidad. Pero se mantuvo solo para las personas que funcionan de manera dependiente, que dependen de otros para realizar las tareas de la vida diaria, como administrar las actividades del hogar o pagar las cuentas.
«Para ellos, la actividad física podría tener un mayor beneficio en el rendimiento cognitivo diario del mundo real»; explican los investigadores.
Aunque no entraba en el ámbito de este estudio, los investigadores especularon que, debido a que los adultos funcionalmente independientes probablemente realizan más actividades sociales y cognitivamente estimulantes, que se sabe que tienen un impacto positivo en la salud del cerebro, la actividad física puede tener un impacto menor en la cognición.
Los investigadores dijeron que su trabajo tiene implicaciones para el desarrollo de nuevas intervenciones de salud digital para preservar la salud del cerebro en el envejecimiento. «Todavía no sabemos si hay un efecto acumulativo a largo plazo en estas pequeñas fluctuaciones diarias en la cognición»; explican. «Eso es algo que planeamos estudiar a continuación, para ver si realizar actividad física a diferentes intensidades a lo largo del tiempo, en entornos sin supervisión, puede producir mejoras a largo plazo en la salud del cerebro y un cambio de comportamiento sostenido».
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