Fiscalidad de los Planes de Pensiones 2023: tributación de los PPI

Contratar un plan de pensiones tiene muchas ventajas. Entre ellas, al contratar un plan de pensiones no solo estás asegurando un colchón económico para la jubilación (que tal y como están las cosas nunca se sabe), sino que, además, puedes desgravarte un importe interesante en la declaración de la renta. Sin embargo, al hablar de fiscalidad de los planes de pensiones tienes que tener en cuenta que puede cambiar. De hecho, en los últimos diez años, ha habido cambios en la fiscalidad importantes (no siempre para mejor, al menos desde el punto de vista del ahorrador y del contribuyente).

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Qué es un plan de pensiones

Como hay muchos productos de ahorro, vamos a aclarar qué es un plan de pensiones individual o PPI.

Un plan de pensiones es un vehículo de ahorro e inversión a largo plazo diseñado para cubrir contingencias específicas, como la jubilación, invalidez laboral total o permanente, fallecimiento y desempleo de larga duración. De hecho, para la mayor parte de la gente que contrata un PPI, el objetivo principal es complementar las pensiones de jubilación.

Los planes de pensiones funcionan como un producto de ahorro ‘previsional’, es decir, tienen el objetivo principal de generar un fondo del cual disponer en la jubilación, ya sea en forma de capital o de rentas. De este modo, los inversores realizan aportaciones a un plan de forma periódica, pueden acumular un capital o una renta que serán útiles en el momento de su jubilación o en caso de incapacidad o fallecimiento.

Otro punto que debes conocer es que un plan de pensiones es una herramienta financiera de ahorro a largo plazo que puede ser gestionada por entidades financieras y suele estar sujeta a regulaciones específicas. Los fondos invertidos en un plan de pensiones son administrados con el objetivo de obtener rendimientos y crecimiento a lo largo del tiempo.

Además, los planes de pensiones tienen ventajas fiscales, lo que los hace atractivos para aquellos que desean asegurarse un respaldo financiero durante su retiro. Y eso, del impacto fiscal de los planes de pensiones, es de lo que vamos a hablar.

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Claves para entender la fiscalidad de los planes de pensiones

Cuando hablamos de fiscalidad de los planes de pensiones hay que entender que no es lo mismo hablar de la fiscalidad de las aportaciones (cuando «mete» dinero en el plan») que de la fiscalidad del reembolso o rescate (cuando lo «sacas»).

De hecho, cuando se habla de ventajas fiscales de los planes de pensiones se está pensando en las aportaciones al plan. Porque a la hora de rescatar el plan de pensiones, lo de las ventajas hay que cogerlo con pinzas, porque todo depende de cómo se reciban las prestaciones.

Un adelanto: las prestaciones de los planes de pensiones se consideran rendimientos del trabajo personal a efectos de IRPF. Si no sabes qué es esto, no te preocupes, que a lo largo de este artículo lo vemos.

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Fiscalidad de las aportaciones a los planes de pensiones en 2023

Empezamos con buenas noticias. Las aportaciones hechas a los planes de pensiones están sujetas a desgravaciones, por lo que es posible deducir las aportaciones de la base imponible de la declaración de la renta, siempre dentro de los límites marcados por la ley.

Estos límites han ido cambiando a lo largo de los años, hasta el punto que, para muchos ahorradores, han dejado de ser interesantes. Vamos a ver cómo están las cosas ahora.

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Cuánto desgravan las aportaciones a los planes de pensiones

Como comentábamos hace un momento, esto cambia muy a menudo, así que te recomendamos que compruebes estos datos, por si acaso hay alguna modificación reciente.

Tal y como están las cosas en el momento de publicar este artículo, nos remitimos a los cambios introducidos en los planes de pensiones en 2023 en Ley 12/2022 y que afectan a las aportaciones realizadas y deducciones que los contribuyentes pueden obtener en el IRPF.

Estos cambios afectan principalmente a los límites de las aportaciones que los individuos y las empresas pueden realizar a los planes de pensiones. En el caso de las aportaciones individuales, el límite máximo se ha establecido en 1.500 euros anuales, aunque es importante mencionar que este límite puede ampliarse hasta los 10.000 euros anuales si se cumplen ciertos requisitos relacionados con las contribuciones tanto del empleado como del empleador. Por ejemplo, si una empresa decide hacer aportaciones adicionales al plan de pensiones de un empleado, estas también contarán para el límite máximo.

Para los trabajadores autónomos, el límite máximo es de 5.750 euros en 2023. Esto incluye el límite general de 1.500 euros más la posibilidad de hacer aportaciones adicionales por parte del autónomo.

Además, hay que destacar que la cantidad mínima que se puede aportar a un plan de pensiones está determinada por las condiciones específicas del plan suscrito. Esto significa que no todas las personas podrán alcanzar el límite máximo permitido por la ley.

En cuanto a las deducciones en el IRPF, las aportaciones a planes de pensiones siguen siendo deducibles, pero se aplican nuevos límites. La deducción máxima será o bien de 1.500 euros al año o del 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas obtenidos individualmente durante el ejercicio fiscal. En este punto, los contribuyentes deben elegir la cantidad que les beneficie más, optando por la menor de las dos opciones.

En cuanto a los trabajadores por cuenta ajena, estos podrán deducirse hasta 10.000 euros al año, siempre y cuando la diferencia provenga de las contribuciones empresariales o de las aportaciones del trabajador calculadas en función de las contribuciones empresariales correspondientes.

Además de estos cambios, se ha implementado un nuevo proceso para justificar las aportaciones a planes de pensiones. Los contribuyentes deberán completar y presentar el modelo 345, disponible exclusivamente en línea a través de la sede electrónica de la Agencia Tributaria. Esto se debe hacer entre el 1 y el 31 de enero del año en el que se presente la declaración de la Renta.

Por último, hay que destacar que las empresas que realicen aportaciones a planes de pensiones de empleo para sus trabajadores podrán deducirse un 10 % de las contribuciones en la cuota del Impuesto de Sociedades, siempre que los trabajadores tengan un salario anual bruto inferior a 27.000 euros y se cumplan ciertas condiciones específicas.

Fiscalidad en el rescate de los planes de pensiones en 2023

Ya adelantamos antes que al rescatar un plan de pensiones, los fondos obtenidos se consideran rendimientos de trabajo y están sujetos a la tributación correspondiente en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

En otras palabras: cuando rescatas tu plan de pensiones, tienes que «pasar por caja». No obstante, la tributación depende de cómo solicites el reembolso de tu plan de pensiones.

Para empezar, el proceso de rescate de un plan de pensiones está sujeto a condiciones específicas, como la jubilación o el desempleo, que deben cumplirse de acuerdo con la legislación vigente para garantizar que los fondos se utilicen según los objetivos establecidos.

Además, hay que tener en cuenta que existen diversas formas de rescatar un plan de pensiones:

Renta: el rescate en forma de renta se percibe de forma periódica una cantidad determinada
Capital: se rescata todo el plan de pensiones de una sola vez.
Forma mixta: una parte de los fondos se rescatan en forma de capital y lo que queda se cobra en forma de renta.
Disposición: el beneficiario decide cuándo y cuánto quiere recibir los fondos, si una periodicidad regular, pero ajustándose a las limitaciones que se establezcan en las especificaciones de los planes de pensiones.

Cada una de estas opciones tiene implicaciones fiscales distintas que es necesario comprender antes de tomar una decisión. Por otra parte, la cuantía de la tributación depende de varios factores, como la cantidad rescatada, la edad del titular y el tiempo transcurrido desde las aportaciones.

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Tributación al rescatar un plan de pensiones: cuánto hay que pagar

Ya vimos que el rescate del plan de pensiones se considera como rendimientos de trabajo y, por tanto, han de tributar en el IRPF. Esta tributación se hace por tamos, y son los siguientes:

Hasta 0 a 12.450 € = 19 %
De 12.451 € a 20.200 € = 24 %
De 20.201 € a 35.200 € = 30 %
De 35.201 € a 60.000 € = 37 %
De 60.001 a 300.000 = 45 %
A partir de 300.000 € = 47 %

Hay que tener en cuenta que si el plan de pensiones se rescata en forma de capital, habrá que sumar todo el capital (es decir, todo a la vez) rescatado a los rendimientos de ese ejercicio contable. Esto aumentará mucho la base imponible del IRPF, por lo que hay que valorarlo en el momento del rescate.

Es por eso que el rescate en forma de renta es mucho más interesante desde el punto de vista fiscal.

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Régimen transitorio: reducción del 40 % para el rescate en forma de capital para planes de pensiones con derechos consolidados antes de 2007.

Esta reducción del 40 % se aplica al rescate de los planes de pensiones en forma de capital cuyas aportaciones se hayan realizado antes del 31 de diciembre de 2006. En 2007 se eliminó esta reducción y se estableció un periodo de transición que permite la reducción de las cantidades aportadas al plan antes de la fecha señalada (01/01/2007):

Para el rescate de un plan de pensiones cuya contingencia se ha producido desde el 1 de enero de 2015, la reducción del 40 % se podrá aplicar en el mismo ejercicio o en los dos siguientes.
Para el rescate de un plan de pensiones cuya contingencia se ha producido entre 2011 y 2014, se podrá aplicar la reducción del 40 % en los 8 ejercicios fiscales siguientes.
Si se va a rescatar un plan de pensiones cuya contingencia se ha producido antes de 2010, la reducción del 40 % ya expiró (el 31 de diciembre de 2018).

Sin embargo, una Resolución del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) ha ampliado la aplicación de la reducción del 40 % a todas las cantidades percibidas en forma de capital durante el periodo de jubilación y los dos años posteriores, lo que brinda a los titulares de planes de pensiones más flexibilidad en la gestión de sus activos.

Por ejemplo, una persona que cuente con tres planes de pensiones y se jubile en 2023 podría optar por rescatar uno de ellos en forma de capital en cada ejercicio fiscal durante tres años, aprovechando así la reducción del 40 %, siempre y cuando cumpla con los requisitos mencionados anteriormente.

No obstante, es importante resaltar que existe la posibilidad de solicitar la devolución de ingresos indebidos en situaciones específicas, como cuando, en los últimos cuatro años (2018-2021), un contribuyente haya percibido prestaciones en forma de capital de planes de pensiones y no haya podido beneficiarse de la reducción del 40 % debido a criterios de la AEAT. En estos casos, se puede plantear la rectificación de las declaraciones de IRPF y solicitar la devolución correspondiente junto con los intereses legales aplicables.

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Escrito por:

Eva María Rodríguez

Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.