En este artículo analizamos cómo se reparte el dinero de las pólizas de seguro y cómo funciona el mercado asegurador y si son justos los beneficios que las aseguradoras obtienen.
Beneficios de las aseguradoras
Cuando buscamos un seguro del tipo que sea solemos hacer lo mismo que con cualquier producto o servicio que necesitemos comprar o contratar: comparar precios. Pero cuando pagamos por algo como un seguro, del que no vemos ni tocamos nada, y que con un poco de «suerte» no vamos a tener que «utilizar», y escuchamos también las noticias sobre los beneficios que consiguen las aseguradoras a final de año, no podemos evitar pensar si realmente pagamos un precio justo y si lo que ganan las aseguradoras es igualmente justo.
En esto hay que tener en cuenta dos cuestiones. En primer lugar, la cuestión no es lo que ganan las aseguradoras, sino las indemnizaciones que pagan por los siniestros. La segunda es recordar que los seguros son un negocio, no una obra benéfica. Un negocio que, por cierto, da empleo a millones de personas en todo el mundo.
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Cómo se reparte el dinero que pagamos por las pólizas de seguros
Pero ¿cuánto ganan las aseguradoras? ¿Cuánto pagan a sus agentes y corredores de seguros? ¿Los beneficios que obtienen las aseguradoras son justos?
Respecto a la pregunta de cuánto ganan las aseguradoras, la cuestión es complicada de responder. La segunda es más sencilla e influye directamente en la primera cuestión.
Simplificando, los agentes y corredores de seguros ganan un porcentaje sobre las primas en las que median y sus renovaciones. Este porcentaje es variable, dependiendo del tipo de seguro, y suele oscilar entre el 10% y el 30%. A mayores, las compañías pueden ofrecer incentivos por cumplimiento de objetivos y subvenciones para el desarrollo de la actividad (aunque esto varía dependiendo se si trata de un agente exclusivo, un agente vinculado o un corredor independiente).
Además, los mediadores pueden ofrecer descuentos adicionales, pero esos descuentos no los hace la aseguradora, sino el mediador, es decir, que salen de su comisión, de tal modo que gana menos. También pueden tener contratados intermediarios u ofrecer comisiones a terceros por vender sus pólizas.
Dicho esto, es justo pensar que el resto del porcentaje va para la compañía aseguradora, ¿verdad? No, no es tan fácil. De la prima que pagamos, una parte va al Consorcio de Compensación de Seguros y otra a las reaseguradoras (que son las aseguradoras de las aseguradoras).
Al final, el beneficios de las aseguradoras depende de la siniestralidad, es decir, de la cantidad de dinero que hayan pagado en indemnizaciones. Por eso las aseguradoras bonifican y premian a los clientes que dan pocos o ningún parte, o demuestran tener una baja siniestralidad. Que el cliente se ahorre unas cuantas docenas de euros puede suponer un ahorro para la aseguradora de cientos de miles.
Contratar con un mediador: mejor servicio y buen precio
Dicho lo anterior, puede que algunos piensen que contratar con un mediador es más caro que contratar online directamente porque la compañía se ahorra esa comisión. Sin embargo, esto es un error. A la compañía le sale muy caro mantener su infraestructura para vender online, y los precios que pagan por publicidad son increíbles.
De hecho, me aventuraría a decir que proporcionalmente les cuesta más dinero vender online en directo, que lo que le pagan a corredores y agentes.
Además, al contratar el seguro con un corredor obtienes un asesoramiento adicional completamente personalizado que es muy difícil de conseguir en otras circunstancias. Además, gracias a las nuevas tecnologías, puedes contar con una correduría de seguros online, que aúna las ventajas del trato personal de toda la vida con las de Internet. Esto es lo que consigues, por ejemplo, en PuntoSeguro.
Seguros low cost: pagas menos, recibe menos
En el fondo, los seguros low cost son una de las formas en las que las compañías pueden ahorrarse dinero. Eso no es lo mismo que encontrar un seguro con descuento. Y no me voy a parar a hablar de las trampas publicitarias de algunas compañías que ofrecen seguros a precio de saldo y te obligan a contratar una permanencia con unos precios de renovación que poco tienen que ver con lo que pagaste la primera vez.
Como decía, cuando tú pagas menos por un seguro tienes que saber por qué. Porque los seguros low cost tienen menos coberturas y ofrece indemnizaciones inferiores. Este tipo de seguros se pueden contratar online directamente con las aseguradoras. Tienen mucho gancho, pero en la práctica no suelen la mejor opción o, al menos, la más recomendable.
Indemnizaciones, la clave de los seguros
Al final, la clave para responder a la pregunta inicial es pensar en las indemnizaciones. Las aseguradoras pagan millones de euros al año en indemnizaciones. Es la razón de ser del seguro. Si has tenido suerte o has hecho las cosas bien habrás «perdido» dinero, pero si no ha sido así recibirás dinero (que han pagado otros) para solucionar o mitigar tu problema. Esta forma solidaria de actuar beneficia a quienes han sufrido un siniestro o incidencia. Piensa que el que pierde no es el que no recupera su gasto, sino el que tiene que cobrar una indemnización por algo que le ha ocurrido y que no desea vivir.