Seguro que ya has oído hablar del entrenamiento funcional, pero ¿sabes qué es exactamente y por qué está teniendo tanto éxito? Su propio nombre ya nos indica algo importante: haciendo este tipo de ejercicio vamos a funcionar mejor. ¿Quién no querría algo así? En este artículo hablamos sobre los beneficios del entrenamiento funcional, para la vida diaria, pero también para los deportistas que quieran mejorar su rendimiento.
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Qué es el entrenamiento funcional
El entrenamiento funcional es una modalidad de ejercicio físico que se basa en la aplicación de la anatomía funcional al entrenamiento. Se enfoca en trabajar no solo los músculos principales, sino también los músculos estabilizadores y neutralizadores del cuerpo. Por lo tanto, se basa en movimientos naturales del cuerpo y utiliza ejercicios diseñados para entrenar los músculos y las articulaciones de manera integrada.
La principal ventaja del entrenamiento funcional es que los ejercicios se adaptan a las capacidades físicas individuales. Por este motivo es altamente efectivo como entrenamiento personalizado.
Otra cuestión que es importante entender es que el entrenamiento funcional se realiza a través de movimientos libres o con resistencias, a menudo en superficies inestables. Una de sus claves es que pone el foco en imitar los movimientos cotidianos, como caminar, saltar, subir escaleras, levantar cargas, entre otros.
Diferencias entre entrenamiento funcional, ejercicios funcional y gimnasia funcional
Antes de continuar, es importante diferenciar entrenamiento funcional de otros dos términos relacionados, pero que no son lo mismo.
El entrenamiento funcional es un enfoque o método global de preparación física. Se basa en un programa o rutina que busca mejorar la capacidad del individuo para hacer las actividades diarias o actividades específicas. Este tipo de entrenamiento se enfoca en movimientos naturales y no se limita a un solo grupo muscular, sino que promueve el trabajo conjunto de varios músculos. Por ejemplo, en un entrenamiento funcional, se podría tener una rutina que incluya ejercicios de fuerza, equilibrio, flexibilidad y cardio.
Por otro lado, el ejercicio funcional es una acción o movimiento específico dentro del entrenamiento funcional. Simula acciones cotidianas o movimientos naturales. Por ejemplo, las sentadillas, que replican el acto de sentarse y levantarse. Es, en esencia, una pieza o componente del entrenamiento funcional.
Finalmente, la gimnasia funcional tiende a enfocarse más en aspectos como la movilidad, flexibilidad, equilibrio y coordinación. Aunque comparte la idea de mejorar la funcionalidad del cuerpo, su enfoque está más orientado hacia habilidades y movimientos gimnásticos adaptados a la vida diaria.
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Principales beneficios del entrenamiento funcional para el día a día
El entrenamiento funcional tiene muchos beneficios, tanto para el día a día como para los deportistas que quieren mejorar su rendimiento deportivo. Vemos en primer lugar los principales beneficios que cualquier persona puede obtener de este tipo de entrenamiento.
En primer lugar, ayuda a prevenir lesiones al fortalecer los músculos que se utilizan en actividades diarias. Esto reduce el riesgo de caídas y tensiones musculares al realizar movimientos habituales como levantar objetos, caminar o subir escaleras.
Además, el entrenamiento funcional mejora la postura y la estabilidad. Esto contribuye a una mejor salud de la columna vertebral y a reducir el dolor de espalda. Al fortalecer los músculos de la espalda y los abdominales, se mejora la alineación de la columna y se reduce la presión en los discos intervertebrales.
Otro beneficio del entrenamiento funcional es que aumenta la resistencia cardiovascular y la fuerza real del cuerpo. Esto significa que se mejora la capacidad para hacer actividades físicas de manera efectiva, como correr, nadar o andar en bicicleta. Además, la mejora de la resistencia cardiovascular ayuda a mantener un ritmo cardíaco saludable, lo que se traduce en una mejor calidad de vida en general.
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Cómo el entrenamiento funcional puede mejorar el rendimiento deportivo
Como mencionamos antes, el entrenamiento funcional también tienen beneficios para los deportistas, no solo por los beneficios anteriores, sino porque, en general, el entrenamiento funcional ayuda a mejorar el rendimiento deportivo, sea cual sea la disciplina que se practique.
En primer lugar, como el entrenamiento funcional se centra en movimientos multidireccionales que involucran varios grupos musculares a la vez, se consigue desarrollar una fuerza y resistencia muscular más completas. De hecho, los movimientos funcionales imitan los gestos y patrones de movimiento que se realizan en actividades deportivas específicas. Esto se traduce en una mayor eficiencia en el rendimiento deportivo.
Además, el entrenamiento funcional mejora la capacidad funcional del cuerpo, lo que da lugar a un mejor rendimiento en deportes específicos. Al fortalecer los músculos y mejorar la estabilidad y el equilibrio, se reduce el riesgo de sufrir lesiones durante la práctica deportiva, lo que permite a los atletas entrenar de manera más constante y efectiva.
El entrenamiento funcional también se relaciona con la mejora de la calidad del movimiento, algo esencial en deportes que requieren movimientos precisos y coordinados. De hecho, ganar fuerza y estabilidad en todo el cuerpo son aspectos clave para un mejor rendimiento deportivo. Y esto se consigue con el entrenamiento funcional.
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Entrenamiento funcional para adultos mayores: una forma efectiva de mantener la calidad de vida
Una de las ventajas del entrenamiento funcional es que se puede hacer a todas las edades, ya que es un tipo de entrenamiento que se adapta a las necesidades específicas de cada persona. De hecho, está ganando mucha popularidad entre los adultos mayores, entre otros motivos, porque es una forma efectiva de mantener su calidad de vida a medida se envejece.
Esta mejora de la calidad de vida se debe a que el entrenamiento funcional se enfoca en mejorar y mantener las capacidades físicas necesarias para realizar las actividades diarias de forma independiente y segura. Esto es especialmente importante para los adultos mayores, ya que a medida que envejecemos tendemos a perder fuerza, equilibrio y flexibilidad.
Además, el objetivo del entrenamiento funcional es trabajar y fortalecer los músculos que son esenciales para mantener una buena postura, equilibrio y movilidad. Al hacerlo, se puede prevenir caídas, lesiones y otras complicaciones asociadas con el envejecimiento.
Un aspecto importante del entrenamiento funcional para adultos mayores es la adaptación de los ejercicios a las necesidades y capacidades de cada persona.
En cualquier caso, siempre se puede complementar con la gimnasia funcional, especialmente en caso de lesiones, limitaciones de la movilidad o situaciones de salud en las que el entrenamiento funcional pueda resultar demasiado exigente o, simplemente, no se pueda hacer de forma segura.
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Eva María Rodríguez
Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.
