El desarrollo cognitivo y físico de los niños depende, en gran medida, de la actividad física. ¿Lo sabes, verdad? Sin embargo, la mayoría de los niños en todo el mundo no realizan suficiente ejercicio, y esto pone en riesgo su salud cerebral. Vamos con buenas noticias: un estudio de la Universidad de Waseda ha revelado que incluso ejercicios ligeros y de corta duración pueden aumentar el flujo sanguíneo cerebral en niños. Esto es importante porque mejora su función cognitiva. Y es que ejercicios sencillos, como estiramientos o movimientos básicos, activan el flujo sanguíneo en el cortex prefrontal (PFC), una región clave para la toma de decisiones, la memoria y otras funciones ejecutivas.
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Por qué es importante el flujo sanguíneo cerebral en el desarrollo cognitivo
El flujo sanguíneo cerebral es esencial para el correcto funcionamiento del cerebro, ya que proporciona oxígeno y nutrientes a las neuronas. De hecho, sin un suministro adecuado de sangre, las células cerebrales no pueden realizar sus funciones de manera óptima. Esta situación afecta directamente a habilidades como la memoria, la concentración y la toma de decisiones.
En los niños, el córtex prefrontal (PFC), la parte del cerebro responsable de las funciones ejecutivas, es especialmente sensible a los cambios en el flujo sanguíneo. Esta región se encarga de tareas fundamentales para el aprendizaje, como la resolución de problemas y el control de impulsos. Un flujo sanguíneo adecuado es indispensable mantener la salud y el rendimiento de esta área.
Los estudios han demostrado que el ejercicio físico puede mejorar este flujo sanguíneo, activando el cerebro y facilitando el aprendizaje. Aunque se conocían los beneficios del ejercicio moderado a vigoroso, este nuevo estudio confirma que incluso el ejercicio ligero para mejorar el flujo sanguíneo cerebral en niños puede tener un impacto positivo.
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Beneficios del ejercicio ligero en el flujo sanguíneo cerebral
El ejercicio ligero para mejorar el flujo sanguíneo cerebral en niños es una alternativa accesible y efectiva para combatir el sedentarismo. Actividades simples como los estiramientos o movimientos de baja intensidad, según el estudio de la Universidad de Waseda, pueden incrementar los niveles de hemoglobina oxigenada (oxy-Hb) en el cortex prefrontal, lo que mejora la circulación sanguínea en esta región clave del cerebro.
A diferencia de los ejercicios intensos, que pueden requerir más esfuerzo y equipo, las actividades ligeras son fáciles de implementar en cualquier contexto, incluyendo las aulas hasta los hogares. Esto significa que, con tan solo unos minutos al día, se pueden activar áreas del cerebro relacionadas con funciones ejecutivas, mejorando la atención y el control cognitivo en los niños.
El estudio también señala que ciertos tipos de estiramientos estáticos, que implican movimientos monótonos, no producen el mismo efecto en el flujo sanguíneo. Por lo tanto, es importante elegir ejercicios que impliquen una ligera actividad física y movimiento para obtener estos beneficios cerebrales.
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Ejercicios sencillos que pueden hacer los niños para mejorar el flujo sanguíneo cerebral
Los ejercicios ligeros no solo son efectivos, sino que también son fáciles de realizar sin necesidad de equipo especial. Algunos ejemplos destacados en el estudio incluyen estiramientos hacia arriba, giros de tronco y círculos con los brazos. Estos ejercicios, que pueden hacerse en casa o en la escuela, son ideales para aumentar el flujo sanguíneo cerebral en los niños de manera rápida y segura.
Uno de los ejercicios más recomendados es el equilibrio sobre una pierna, que ayuda a mejorar la coordinación y la concentración mientras activa el córtex prefrontal. Además, movimientos sencillos como frotarse las manos o mover los dedos de forma alternada (pulgar y meñique) no solo son divertidos, sino que también estimulan la actividad cerebral.
Lo bueno es que implementar estos ejercicios en la rutina diaria de los niños es sencillo. Con solo 10 a 20 segundos de cada actividad, los pequeños pueden mejorar su circulación cerebral sin sentirse abrumados por el esfuerzo físico. Esto también los motiva a moverse más y reducir su tiempo de sedentarismo.
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Combatir el sedentarismo infantil con ejercicios breves y efectivos
El sedentarismo es uno de los principales problemas de la vida moderna. Y no es solo cosa de adultos: también afecta a los niños. Pasar demasiado tiempo frente a pantallas o sentado en una clase puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental de los pequeños. Esto no solo impacta su desarrollo motor, sino también sus capacidades cognitivas y emocionales.
Incorporar ejercicios breves y de baja intensidad en la rutina diaria es una forma eficaz de combatir el sedentarismo. El estudio de la Universidad de Waseda demuestra que estos ejercicios pueden mejorar el flujo sanguíneo cerebral en niños, a la vez que promueven un mejor rendimiento académico y bienestar general.
La clave está en hacer que el ejercicio sea accesible y divertido. Gracias a movimientos que pueden hacerse en cualquier lugar, como giros de brazos o estiramientos, es posible reducir el tiempo de inactividad de los niños sin interrumpir sus actividades diarias. Incluso unos pocos minutos al día pueden marcar una gran diferencia en su salud cerebral.
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Perspectivas futuras: ¿podrían estos ejercicios ayudar también a los adultos?
Si bien este estudio se centra en los niños, los beneficios del ejercicio ligero para aumentar el flujo sanguíneo cerebral pueden extenderse también a los adultos. Mantener una buena salud cerebral es una necesidad clave a lo largo de la vida, y en la edad adulta, la actividad física regular juega un papel fundamental en la prevención del deterioro cognitivo.
Los ejercicios ligeros que han demostrado ser efectivos en los niños, como los estiramientos dinámicos y los movimientos básicos, podrían adaptarse fácilmente para adultos y personas mayores. Estas actividades no solo pueden mejorar la concentración y la memoria a corto plazo, sino que también pueden ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
En el futuro, más investigaciones podrán determinar cómo estas formas de ejercicio pueden integrarse en la vida diaria de los adultos para mantener sus cerebros activos y saludables. Por ahora, está claro que moverse, aunque sea poco, tiene un gran impacto en la salud del cerebro a cualquier edad.
Este estudio se publicó el 6 de julio de 2024 en la revista Scientific Reports.
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Eva María Rodríguez
Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.
