Hemos visto en varias ocasiones cómo el ejercicio es bueno tanto para la salud de la madre y su bebé. En esta ocasión vamos a analizar un estudio que explica cómo el ejercicio en el embarazo ayuda a prevenir el asma en niños. El estudio en concreto, llevado a cabo por la Universidad de Finlandia Oriental, sugiere que las madres que realizan actividad física al menos tres veces a la semana durante el embarazo pueden reducir casi a la mitad el riesgo de asma en sus hijos.
Esta investigación, que contó con la colaboración del Hospital Universitario de Kuopio y el Instituto Finlandés de Salud y Bienestar, utilizó datos de casi 1.000 parejas de madre e hijo, e hizo un seguimiento desde el embarazo hasta que los niños cumplieron siete años. Los resultados obtenidos se mantienen independientes de otros factores como el peso materno, el estilo de vida y ciertos hábitos familiares. Esto hecho subraya la potencialidad del ejercicio como herramienta de protección directa.
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¿Cómo el ejercicio materno beneficia la salud respiratoria del feto?
Los efectos del ejercicio en el embarazo para prevenir el asma en niños no solo benefician a la madre, sino que también juegan un papel clave en el desarrollo del sistema respiratorio del feto. De hecho, la actividad física materna durante el embarazo ha demostrado ser un factor positivo para la salud pulmonar de los recién nacidos, al mejorar su capacidad respiratoria desde el primer día de vida.
Algunos de los posibles mecanismos por los cuales el ejercicio beneficia el desarrollo pulmonar fetal incluyen la estimulación de los movimientos respiratorios del feto y el aumento de la actividad física en el útero. Estos movimientos ayudan a preparar los pulmones del bebé para su funcionamiento después del nacimiento, fortaleciendo los músculos respiratorios y favoreciendo una mayor maduración pulmonar.
En este punto, Emma-Reetta Musakka, investigadora de la Universidad de Finlandia Oriental, destaca que esta es la primera vez que se observa una asociación tan clara entre el ejercicio materno y el desarrollo del asma en los niños.
Además, el ejercicio materno contribuye a reducir el estrés y mejorar la oxigenación de la sangre, lo cual es beneficioso tanto para la madre como para el feto. Estos factores podrían jugar un papel clave en la protección del niño frente a futuras enfermedades respiratorias.
El estudio fue publicado en la revista Med el 9 de octubre de 2024.
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Ejercicio materno y reducción del riesgo de asma infantil
El estudio realizado en el marco del Kuopio Birth Cohort en Finlandia ha sido uno de los primeros en analizar específicamente cómo el ejercicio en el embarazo para prevenir el asma en niños puede ser una estrategia eficaz para reducir el riesgo de esta enfermedad. La investigación incluyó a casi 1.000 parejas de madre e hijo y dio seguimiento desde el embarazo hasta que los niños cumplieron siete años. Los resultados mostraron una disminución de casi el 50% en el riesgo de asma infantil en aquellos niños cuyas madres realizaron ejercicio físico al menos tres veces por semana durante el embarazo, en comparación con los niños de madres menos activas.
Para garantizar la precisión de los resultados, los investigadores tuvieron en cuenta factores como el peso materno, el estilo de vida y ciertos hábitos familiares. Los elementos que se tuvieron en cuenta fueron la alimentación, el nivel de estrés materno y la posesión de mascotas. Ninguno de ellos explicó por completo la relación observada entre el ejercicio y la reducción del asma. Este hallazgo subraya que el impacto positivo del ejercicio es independiente y directo. Es decir, el beneficio no depende de otros factores de salud o entorno.
El doctor Pirkka Kirjavainen, investigador principal del estudio, señala que la magnitud del beneficio observado es comparable a otras recomendaciones previas, como evitar el humo del tabaco en el entorno familiar. En este sentido, el ejercicio prenatal se consolida como una opción preventiva accesible y fácil de incorporar para las futuras madres que buscan proteger la salud respiratoria de sus hijos.
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¿Cuánto ejercicio es suficiente para proteger al feto del asma?
La cantidad y frecuencia del ejercicio en el embarazo para prevenir el asma en niños han sido aspectos clave estudiados en esta investigación. Según los hallazgos, los beneficios preventivos contra el asma se observan en madres que hacen ejercicio de forma moderada al menos tres veces por semana.
No obstante, el estudio no mostró una disminución adicional del riesgo de asma con una frecuencia de ejercicio mayor. Esto sugiere que mantener una rutina constante, pero moderada, es suficiente para obtener resultados positivos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las mujeres embarazadas realicen unas 2,5 horas de ejercicio moderado semanal, distribuidas en varias sesiones. Este nivel de actividad no solo contribuye a la salud materna y fetal, sino que también reduce el riesgo de complicaciones en el embarazo. Es fundamental recordar que el ejercicio debe adaptarse a las condiciones individuales de cada madre. Eso sí, hay que evitar ejercicios de alto impacto y priorizar actividades seguras como caminatas, natación o yoga prenatal.
Este enfoque de ejercicio moderado, en lugar de intensivo, garantiza que las madres obtengan los beneficios necesarios sin someterse a un esfuerzo excesivo que pueda ser perjudicial. De ahí que escuchar al cuerpo y adaptar el ejercicio a las recomendaciones médicas sea indispensable para que tanto la madre como el bebé obtengan los mayores beneficios.
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Eva María Rodríguez
Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.
