¿Sabías que las pérdidas empresariales por cese de negocio tras una catástrofe superan en un 36% a las materiales? Este es uno de los datos que se desprende del estudio presentado por Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) entidad aseguradora de Allianz experta en riesgos corporativos e industriales, sobre siniestralidad en 2015.
Siniestralidad en 2015
Este estudio analiza más de 1.800 siniestros de interrupción del negocio (BI por sus siglas en inglés) en 68 países entre 2010 a 2014; cuyo importe total asciende a 3.000 millones de euros. Los siniestros de BI suponen actualmente una proporción mucho mayor del lucro cesante que hace 10 años. Tanto la intensidad como la frecuencia de los siniestros de BI están creciendo, causados en su mayoría por errores humanos o fallos técnicos.
Según se desprende de este estudio, la interrupción del negocio conlleva una repercusión económica menos obvia que suele ser mucho más alta que el daño material. Dicha repercusión conlleva un riesgo creciente para las empresas «al trabajar en un mundo cada vez más interconectado», según indican del Allianz. De acuerdo con el estudio mundial de siniestralidad de AGCS en 2015, el coste medio de los grandes siniestros de interrupción del negocio en patrimoniales excede actualmente los 2 millones de euros, es decir, un 36% más que el correspondiente coste del siniestro de daños patrimoniales, cerca de 1,6 millones de euros.
El consejero delegado de AGCS, Chris Fischer Hirs explica que el aumento de los siniestros de interrupción del negocio se ve impulsado por la interdependencia entre empresas, la cadena de suministro mundial y los ajustados procesos de producción actuales. Esto hace que «mientras que en el pasado un incendio o una explosión importantes habrían afectado sólo a una o dos empresas, hoy en día el lucro cesante derivado de un solo siniestro puede afectar a un número cada vez mayor de ellas e incluso amenazar a sectores enteros en todo el mundo».
Alta exposición de BI en las fábricas de automóviles y semiconductores
Alexander Mack, director de siniestros de AGCS, explica que la exposición de BI es mayor en sectores con altos niveles de interconexión y tecnológicamente avanzados, así como la concentración del riesgo en una sola ubicación, tales como las plantas de automóviles, semiconductores, energéticas y petroquímicas. Según Mack, “aunque las cadenas de suministro modernas son más flexibles y eficientes en costes, también son más vulnerables a los perjuicios. Muchas empresas están percibiendo que la cobertura frente a CBI constituye una parte esencial en las pólizas de seguro actuales”.
En el informe de pone como el ejemplo el terremoto de Tohoku en 2011 y las inundaciones de Tailandia también en el 2011, que causaron una alta siniestralidad de BI y CBI en todo el mundo, tras lo cual las empresas han adoptado medidas para reducir los riesgos de la cadena de suministro. Dice el informe que la interdependencia entre proveedores puede encerrar una gran incógnita y muchas empresas siguen sufriendo dependencia de ciertos proveedores principales. En los planes de continuidad del negocio no debería incluirse sólo el programa de gestión de riesgos de la cadena de suministro; sino abarcar a todos los proveedores de importancia crítica.
Siniestros de interrupción del negocio
Según el análisis de AGCS, la mayoría de los siniestros de BI se originan por factores técnicos o humanos (88%) y no por catástrofes naturales. Por valor, las diez causas principales de lucro cesante (pérdidas por interrupción del negocio) suponen el 90% de dicho siniestros. Incendios y explosiones son las primeras causas de interrupción del negocio y suponen el 59% de todos los siniestros de BI a escala global; el 78% en Europa y el 56% en España. El coste medio por siniestro causados por incendio o explosión fue de 1,7 millones de euros para la indemnización de BI.