Microbioma intestinal y duración e intensidad del ejercicio [Estudio]

¿Sabías que el microbioma de los deportistas son diferentes a los de los sedentarios? En este artículo exploraremos el impacto del ejercicio en nuestro microbioma intestinal y cómo una nueva investigación ha descubierto que la duración, en lugar de la intensidad del ejercicio, es más importante para mantener nuestro microbioma en forma.

Y lo haremos viendo los resultados de un estudio sobre cómo el ejercicio da forma a la microbiota intestinal en personas que no son deportistas. Este estudio evaluó información sobre el tipo, el tiempo y la intensidad del ejercicio en relación con el microbioma en una gran cohorte de adultos de mediana edad.

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El ejercicio modifica el microbioma intestinal

El microbioma intestinal se refiere a los billones de microbios que viven en nuestro sistema digestivo y juegan un papel importante en nuestra salud en general. Se sabe que el microbioma de los deportistas son diferentes a los de las personas sedentarias. El ejercicio conlleva innumerables beneficios, como robustecer músculos y huesos, prevenir enfermedades y prolongar la existencia. Además, se ha comprobado que modifica la composición y función de los billones de microorganismos que habitan nuestro intestino, conocidos como microbioma.

La diferencia entre el microbioma de atletas y sedentarios no sorprende a Shrushti Shah, autora del estudio y doctoranda en Kinesiología, especializada en Nutrición, Metabolismo y Genética. Según Shah, «Los deportistas suelen ser delgados, seguir dietas rigurosas y programas de entrenamiento; estos factores, por sí solos, podrían justificar las diferencias en su microbioma».

Para ahondar en cómo el ejercicio moldea la microbiota intestinal en personas no deportistas, se evaluó información sobre el tipo, tiempo e intensidad del ejercicio en relación con el microbioma de una numerosa cohorte de adultos en su etapa media de vida. Se recabó, además, información sobre el peso corporal, dieta y fuerza de prensión manual.

Jane Shearer, PhD, profesora de Kinesiología y la Escuela de Medicina de Cumming, afirma que «el estudio descubrió, de forma promisoria, que la actividad física de duración moderada (más de 150 minutos semanales) incrementó tanto la riqueza como la diversidad del microbioma intestinal, en comparación con los participantes que se ejercitaron menos». Así, más ejercicio parece ser crucial para mejorar la salud del microbioma. Por ende, las personas deben aspirar a cumplir los 150 minutos de actividad física de intensidad moderada por semana recomendados por Health Canada.

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La duración es más importante que la intensidad del ejercicio para el microbioma intestinal

Al analizar la intensidad del ejercicio, los resultados demostraron que la duración del ejercicio era más relevante que su intensidad para mejorar los microbios intestinales. Las razones de esto aún se desconocen y serán objeto de futuras investigaciones en el laboratorio.

El estudio también evidenció que los cambios en el microbioma no eran uniformes entre distintos grupos de individuos. Los cambios más beneficiosos se observaron en personas de peso normal, en contraposición a quienes tenían sobrepeso. Según el investigador Chunlong Mu, PhD, asociado postdoctoral en Kinesiología, esto se debe a que «el sobrepeso ejerce sus propias influencias en el microbioma intestinal, independientemente del ejercicio. En este caso, los malos hábitos alimenticios contrarrestan algunas de las influencias positivas del ejercicio en los microbios intestinales».

El estudio plantea un desafío a la creencia comúnmente sostenida de que la intensidad del ejercicio es la clave para obtener beneficios de salud. De hecho, subraya la importancia de mantener una duración constante de actividad física, más allá de la intensidad de los entrenamientos.

Estos hallazgos también destacan la necesidad de considerar factores individuales, como el peso corporal y la dieta, cuando se evalúan las respuestas del microbioma al ejercicio. En otras palabras, la ‘talla única’ puede no ser aplicable cuando se trata de optimizar la salud del microbioma intestinal a través del ejercicio.

El Dr. Chunlong Mu enfatiza que «el sobrepeso puede tener un impacto considerable en la configuración de la microbiota intestinal, de manera que incluso las influencias beneficiosas del ejercicio pueden quedar ensombrecidas por malos hábitos alimenticios».

Por tanto, la clave para un microbioma intestinal saludable no es sólo incrementar la cantidad de ejercicio, sino también mantener un peso saludable y una dieta equilibrada.

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La importancia de un estilo de vida saludable para la salud del intestino

Este estudio proporciona una visión valiosa sobre cómo el ejercicio puede modificar la salud de nuestro microbioma intestinal. No obstante, se necesitan más investigaciones para comprender plenamente las complejas interacciones entre el ejercicio, la dieta, el peso y nuestra salud intestinal.

«Esperamos que nuestros hallazgos motivarán a las personas a mantener un estilo de vida activo y saludable, y a considerar el impacto de sus acciones en la salud de su microbioma intestinal», concluye la Dra. Shearer.

Este estudio es solo un paso en un camino de investigación más amplio que busca entender y mejorar la salud de nuestro microbioma intestinal. Sin duda, los futuros avances en este campo podrán ofrecer nuevas estrategias para mejorar la salud y el bienestar de las personas en todo el mundo.

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Escrito por:

Eva María Rodríguez

Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.