Debido a la dura situación económica por la que está pasando nuestro país, encontramos un incremento bastante destacado en el número de robos blancos que se han producido en nuestro país. Caracterizadas por la suma delicadeza y ausencia total de fuerza bruta a la hora de abrir la puerta principal de los domicilios en los que van a entrar, los ladrones especializados en este tipo de robos hacen uso de todo tipo de técnicas para lograr su objetivo, razón por la que se necesitan de cerraduras de seguridad como las que puedes instalar con los cerrajeros de Mallorca de Antonio Coll.
Los seguros de hogar de «robo» y de «hurto»
A la hora de determinar cómo va a actuar un seguro de hogar frente a uno de estos robos, hay que tener clara la diferencia entre los conceptos de «robo» y de «hurto». Así, el robo se define por estas compañías aseguradoras como la apropiación indebida mediante actos que implican fuerza o violencia sobre el patrimonio. Por otra parte, el hurto se declara cuando hay una apropiación indebida que se lleva a cabo mediante actos que no requieren de fuerza o de violencia en las personas ni en las cosas.
Los seguros del hogar que protegen frente al robo buscan la protección para los objetos y propiedades del hogar de asegurado en frente a los robos, incluyendo en ellos objetos personales tales como joyas, electrónica, ropa… entre otros. En el caso de que se produzca un robo, el asegurado podrá presentar una reclamación para recibir el valor de los objetos que le han sido robados en base a su valor actual. Recuerda que, en algunas pólizas de seguros frente a robos, encontrarás límites y exclusiones particulares que se te podrán aplicar a la hora de reclamar.
La cobertura de hurto en el hogar consiste en una protección que las compañías ofrecen para objetos y propiedades del hogar en caso de que estos sean, efectivamente, hurtados teniendo en cuenta la definición previamente establecida para este proceso. Así, los hurtos solamente se declararán como tales si suceden cuando la propiedad en cuestión es tomada sin la presencia o le conocimiento del propietario. Si se da lugar un hurto y el afectado ha contratado una póliza que protege frente a ellos, se podrá presentar una reclamación en la que se exija el valor de los objetos hurtados teniendo en cuenta, para ello, el valor actual de los mismos, siendo la compañía la encargada de cubrir el coste de esta pérdida. Antes de proceder a hacer esta reclamación, sin embargo, deberás asegurarte de que, efectivamente, este caso está cubierto bajo los límites y exclusiones estipuladas en el contrato.
Métodos empleados para ejecutar robos blancos
En los siguientes apartados, vamos a explicarte con detalle algunos de los métodos de robo blanco más utilizados por los ladrones:
El bumping
En primer lugar encontramos el bumping, sin lugar a dudas la técnica más utilizada por los ladrones en los últimos años dada la rapidez que conlleva su ejecución. Para abrir una puerta con bumping, se introduce primero una llave maestra a la que se le dan golpes con un martillo. Esto hace que el bombín de la cerradura acabe saltando y los ladrones puedan entrar, así, a la vivienda. Para que los inquilinos de la casa no se den cuenta del robo, estos ladrones vuelven a colocar el bombín en su sitio para que dé la impresión de que la puerta siga cerrada.
La ganzúa
Un auténtico clásico del repertorio de los ladrones especializados en robos blancos. Si bien las puertas de seguridad son capaces de proteger a los inquilinos frente al uso de ganzúas por parte de ladrones, los demás tipos de puerta quedan completamente expuestas a ellas. Para forzar la cerradura, el ladrón introduce una ganzúa por la cerradura y abre la puerta con facilidad si no se le ha echado la llave a esta.
Impressioning
La siguiente técnica de robo blanco de la que vamos a hablarte se trata del impressioning, un método casi tan popular como el bumping que consiste en introducir una lámina especial de aluminio dentro del bombín de la cerradura. Una vez se introduce la llave para abrir la puerta, esta quedará calcada en la lámina de aluminio, permitiendo así crear un «molde» que facilitará el conseguir una copia de la llave. Este tipo de robos no dejan ninguna prueba de lo sucedido, haciendo así que la gestión con la aseguradora sea mucho más complicada.
Método de «escalo»
El ladrón trepa por la fachada para acceder a ventanas o balcones, aunque también pueden recurrir a patios interiores para reducir su visibilidad y entrar con mayor facilidad dentro de las viviendas. Protegerse de este tipo de robos es tan sencillo como asegurarse de cerrar las persianas con pestillos de seguridad si no vas a ester en casa, o bien colocando una reja de seguridad en puntos vulnerables de la vivienda.
Agencias
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