Hacer más cosas a lo largo del día y hacerlas mejor es un reto para muchos de nosotros. Pero aumentar la productividad puede ser mucho más que un objetivo personal: puede ser una exigencia para mantener un puesto de trabajo o conseguir nuestras metas económicas. En todo esto, la función cerebral es clave. ¿Cómo conseguimos mejorar esto? Según diferentes investigaciones, hacer ejercicio ayuda, ya que mejora la productividad y la función cerebral.
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Ejercicio para aumentar la productividad y la función cerebral
El ejercicio nos ayuda a tener mejor salud. Eso es algo más que aceptado y demostrado. Lo que no está tan claro es que el ejercicio ayude a aumentar la productividad. ¿Cómo, con lo agotador que resulta?
La cuestión es que, aunque a muchos les parezca paradógico, el ejercicio no solo nos da más energía, sino que incluso ayuda a frenar la fatiga de la tarde; ya que mantiene el impulso y mejora la capacidad mental. En teoría, el ejercicio ayuda con la niebla cerebral.
Diversos estudios han demostrado que el ejercicio reduce el estrés, combate la fatiga, mejora el rendimiento y reduce las ausencias laborales. Además, con el ejercicio, la calidad de tu sueño mejora, por lo nos levantamos realmente descansados y con más energía y más ganas de afrontar el día.
Además, el ejercicio aumenta la capacidad energética. Esto se debe a que cada vez que haces ejercicio y superas tus límites, tu cuerpo se recupera y aumenta tu capacidad energética.
Por otra parte, el ejercicio asegura el correcto funcionamiento del cerebro en la región del hipocampo. Por ejemplo, un estudio publicado en 2011 encontró que el ejercicio aeróbico aumenta el tamaño del hipocampo, lo que conduce a mejoras en la memoria espacial.
Concretamente, el entrenamiento aumentó el volumen del hipocampo en un 2 %, revirtiendo efectivamente la pérdida de volumen relacionada con la edad en 1 a 2 años. Los investigadores también encontraron que el aumento del volumen del hipocampo se asocia con mayores niveles séricos de BDNF, un mediador de la neurogénesis (proceso mediante el cual se generan nuevas neuronas a partir de células madre neurales y células progenitoras en la edad adulta).
Por otra parte, el ejercicio no solo mantiene altos los niveles de sangre, glucosa y oxígeno, y alimenta el cerebro, sino que libera endorfinas en el cuerpo. Esto mejora significativamente el estado de ánimo. De hecho, se ha demostrado que el ejercicio aeróbico cambia el tamaño del área del cerebro involucrada en la memoria y el aprendizaje.
Por ejemplo, un estudio encontró que el ejercicio aeróbico es una estrategia prometedora para combatir el deterioro cognitivo al mejorar la estructura y función del cerebro y aumentar el volumen del hipocampo, en este caso, en mujeres mayores con probable deterioro cognitivo leve.
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Eva María Rodríguez
Redactora web y creadora de contenidos digitales especializada en seguros y finanzas, así como en deporte y vida saludable. Colabora con PuntoSeguro desde 2014.
